viernes, 13 de julio de 2007

Leyendas y cuentos del oriente.

Cuando un amigo te ama....
Cuando un amigo te ama, es lento para perder la paciencia contigo. Cuando un amigo te ama, toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento. Cuando un amigo te ama, está de parte tuya; quiere verte madurar y desarrollarte como persona y en el amor.
Cuando un amigo te ama, no derrama su ira contigo por todos los "errorcitos" que cometes, aunque sean muchos. Cuando un amigo te ama, le duele profundamente cuando pierdes el camino, pero te orienta a seguir la senda correcta. Cuando un amigo te ama, sigue confiando en ti cuando a veces tú ni siquiera confías en ti mismo.
Cuando un amigo te ama, nunca te dice que eres un caso perdido, más bien trabaja pacientemente contigo porque te ama y corrige de tal manera, que cuesta entender la profundidad del cuidado que tiene por ti. Cuando un amigo te ama, nunca te abandona, aunque muchos de tus amigos lo hagan.
Cuando un amigo te ama, te brinda todo lo que puede de corazón y sin esperar nada a cambio, ni las gracias, ni la devolución de aquello te da, ya sea material o espiritual.
Cuando un amigo te ama, se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación, cuando ve lo que realmente eres, y no te juzga sino que te ve con total justicia, hermosura y amor. Cuando un amigo te ama... es el mayor de todos los dones que demuestran el amor perfecto de Dios.

-Autor desconocido.



Este poema me pareció importante compartirlo con Uds., para reflexionar. Específicamente, para el caso de las amistades (no de novios o novias); pues muchas veces les pasa (más que nada a los adolescentes), que pensamos que un amigo los ama (o sea, los quiere), cuando en realidad no es tan así (o peor aún, no es para nada así). No siempre cuado un amigo nos da un abrazo, una caricia, un consejo o el alivio de alguna dolencia física o espiritual, lo está haciendo en serio, o sea de corazón, porque en verdad los quiere, sino lamentablemente, por interés de algún tipo y/o para beneficio personal.
Acá radica el dilema!!! ¿cómo darnos cuenta? ¿cómo saber la verdadera intención: por amor o por interés? ¿cómo saber si no está jugando conmigo por simple placer? Es complicado, más aún si ese amigo es muy hábil para mentir y/o controlar de algún modo nuestra mente y sentimientos (lo cual es muy posible).
Por suerte, la sabiduría oriental encontró una herramienta para que puedan cuidarse y no ser víctimas de falsos amigos. Un sabio Maestro japonés de la época feudal (Noriyuki Mitsao) describió algunos mecanismos para detectar al falso. Él decía que “no sólo se mide al Hombre por sus palabras, sino también por sus actos”; y acá está la clave para no ser engañado. Cuando su discípulo adolescente, quien sufría mucho por problemas económicos y familiares, (su familia lo explotaba trabajando para llevar sustento al hogar, su hermano estaba enfermo, y su padre le exigía esforzarse más en su colaboración), le contó que tenía más de un amigo que lo consolaban, lo escuchaban y aconsejaban; pero el discípulo le planteó la siguiente duda: cuál de ellos me quiere de verdad y cuál por interés?
El Maestro le contestó:
“Primero debes analizar el pasado y el presente, piensa y recuerda desde el día que conociste a c/u hasta el día de hoy, y así hallarás tu mismo las respuestas a preguntas como:
Quién de ellos estuvo SIEMPRE a tu lado cuando te sentiste mal o estuviste enfermo?
Quién de ellos te ayudó SIEMPRE cuando le pediste ayuda?
Quién de ellos te ayudó SIEMPRE sin que le pidieras su ayuda?
Quién de ellos SIEMPRE se ofreció a ayudarte a solucionar tus problemas al ver que éstos te agobiaban?
Quién de ellos te defendió SIEMPRE de tus enemigos?
Quién de ellos te acompañó SIEMPRE tanto en tus alegrías como en tus tristezas?
Quién de ellos te protegió SIEMPRE de todo mal que te acechó?
Quién de ellos limpió alguna vez tus heridas ya sean físicas como espirituales?
Quién de ellos secó tus lágrimas cuando lloraste y te abrazó para darte consuelo?
Quién de ellos te brindó SIEMPRE su tiempo, su paciencia y su presencia, cuando necesitaste estas cosas?
Quién de ellos SIEMPRE te comprendió, acompañó y se arriesgó por ti?
Quién de ellos SIEMPRE te valoró y valora por lo que eres y no por lo que puedas llegar a ser o lograr?
Quién de ellos SIEMPRE se quedó a tu lado cuando llegaste al fondo de la desesperación y te ofreció todo lo que estaba a su alcance para aliviarte?
Sé que no es fácil, pero tómate el tiempo y medita c/u de estas preguntas para con cada uno de tus amigos. Pero, ten cuidado!, no lo hagas apresuradamente, pues el amigo que hoy va a tu lado puede ser un lobo disfrazado de cordero; no olvides que las apariencias son engañosas y el hecho de vestir hábitos no transforma a nadie en un monje.
Guíate por tu corazón, pero también con tu mente, teniendo en cuenta que aquel AMIGO verdadero, y fiel, no es el que te visita todos los días en tu casa, sino aquel con el cual puedes contestar con mayor cantidad de “SIEMPRE” a la mayor cantidad de las preguntas que te dije.
El falso, en cambio, buscará todas las formas posibles para no ser descubierto en su falsedad; incluso podrá aparentar ser lo contrario, para que lo sigas, para beneficiarse de tus bienes, habilidades, cualidades…para utilizarte para su propio bien.
Es difícil para ti, por tu corta edad, darte cuenta de cuál es cuál, pero con esta herramienta que te doy, te será mucho más fácil descubrirlo”
Espero les haya gustado esta historia. Saludos a todos.




Amigos en el desierto:

Dice la leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto cuando en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
- HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, y su mejor amigo no dudo en salvarlo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
- ¿Por qué cuando te lastimé, escribiste en la arena y hoy escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
- Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo, pero cuando nos pase algo grandioso, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde jamás viento alguno pueda borrarlo.




El escorpión y el maestro:

Un maestro oriental que vio cómo un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el bicho le picó.
Por la reacción al dolor, el maestro soltó al animal, que cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro de nuevo intentó sacarlo y otra vez el bicho le volvió a picar.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
- Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que usted intenta sacarlo del agua lo picará?
- La naturaleza del escorpión es picar y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar -respondió el maestro.
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.
Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.
Que la conducta de las otras personas jamás condicione la tuya.



El mejor guerrero:

Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierta tarde, un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación. Esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Con la reputación del samurai, se fue hasta allí para derrotarlo y aumentar su fama.

Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío. Juntos, todos se dirigieron a la plaza de la ciudad y el joven comenzaba a insultar al anciano maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante horas hizo todo por provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

- ¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usaste tu espada, aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?

El maestro les preguntó:

- Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, ¿a quién pertenece el obsequio?

- A quien intentó entregarlo -respondió uno de los alumnos-.

- Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro-. Cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.

Anonimo



Filosofía sufí:



Un día, un joven discípulo de una escuela acude a un sabio Maestro muy anciano (el más viejo del la ciudad), planteando una duda que lo invadía:
- "Maestro, he tenido una serie de diferencias con algunos de mis compañeros de escuela,
entonces decidí pasarme a otra escuela, para no sentirme mal ni hacer sentir mal a ellos"
- "Y cómo te sientes ahora en esa escuela?", le preguntó el Maestro.
- "Debo confesarle que muy dentro de mi alma no me siento bien, extraño mucho mi escuela, a mi Maestro y a mis compañeros...pero temo regresar a mi escuela y no ser aceptado por mis compañeros"
- "Entiendo, entiendo muy bien lo que te sucede", contestó el Maestro.
- "Qué debo hacer Maestro? Estoy muy desorientado y confundido", le preguntó muy compungido el joven.
El sabio Maestro le respondió: - "No temas, sólo debes seguir tu corazón, dirigirte hacia ese lugar que extrañas, donde está tu corazón, tus verdaderos sentimientos. Sólo siguiendo a tu corazón por el camino que te indique, estarás en el camino correcto".
El joven aún no se convencía y preguntó: - "Pero que haré si mis compañeros no me aceptan?"
- "Debes mantenerte firme conforme a tus sentimientos, si tu corazón te guía hacia tu verdadera y original escuela, es porque a ese lugar perteneces, allí debes estar", le respondió el anciano.
- "Todo lo demás se ordenará por designios del destino", concluyó el Maestro.
- "Gracias Maestro", dijo el joven y se fue a su casa.

Al mes siguiente, el joven volvió a visitar al Maestro y le contó lo que le había sucedido:
- "Maestro, quiero contarle lo que me sucedió y agradecerle su consejo"
- "Cuéntame, cómo te ha ido?", le respondió el sabio
- "Mi Maestro, y muchos de mis compañeros, me recibieron de brazos abiertos; aquellos con los que discutí y peleé, al principio me miraban con rencor, yo me disculpé con ellos por mis faltas y pronto nos reconciliamos. Ahora sí me doy cuenta que estoy donde debo estar, en mi escuela, mi hogar", le comentó el joven discípulo.
- "Cuánto me alegro por tí!!, de veras estoy contento y te felicito por haber escogido el camino correcto", contestó el sabio MAESTRO.
La moraleja de esta historia dice que:

“Cuando hayas de elegir entre varios caminos, elige siempre el camino del corazón. Quién elige el camino del corazón no se equivoca nunca”

Proverbio sufí.

Equipo de Taekwondo Hansoo y E.O.T.